¿A quién se le ocurriría pensar que hay diferentes mares?. Creo que solamente a las personas a quienes, como yo, se les ocurre tomar una siesta en medio del ajetreo de la ciudad conocida como la “segunda ciudad” de los Estados Unidos, Chicago.... ya menos atolondrada por andar en los brazos de Morfeo (así no se llama mi esposo, este Morfeo es el Dios del Sueño), de repente empezó a entrarme ese ataque que ahora los médicos dicen que es de “pánico”…
Playa en Andalucía, España.
Después del “desconecte” del mundo material, desperté con la idea de que el mar, que nunca me ha gustado ciertamente por razones que luego les platico, es tan diferente por el lado que lo veas. El mar de Cancún, México, por ejemplo, sería para mí un mar seco. El del mediterráneo, más bien muy mojado… Si, el mar de Andalucía quizás por su arena casi negra y pedregosa, me pareció así… y tan cerca de Africa, de la siempre interesante que me resulta MARRUECOS ...tan caliente.
Ahora asumo mi responsabilidad de aceptarlo, y pues me entra otro "ataque" más grande y paro en el hospital para beneplácito de los bolsillos de los que se dedican a curar cuerpos y mentes, que no es lo mismo que almas. Estas las curan otras cosas y a lo mejor otras personas.
Siguiendo con el mar, pues que tremendo caso el imaginarse esa agua pegada a la Tierra, así nomás porque sí o porque Dios así quiso que fuera… ¿se imaginan el día que se despegue toda esa agua y de un de repente se vaya al cielo, y lo peor del caso ¡sin avisar!, porque una cosa es que se desparrame en la Tierra, como cuando hay tsunamis…
Y esta otra, embellece nuestro México.
No amigos míos, el caso interesante sería que se fuera al cielo y de un trancazo, nada de que evaporándose lentamente y despacito por ahí… eso lo ha hecho toda su vida desde que es mar…
¿Se imaginan el pozo tan enorme que le haría a la Tierra?…
AY DIOS… ¡qué bueno que Tú, el Dios del Universo, sí le pudiste pegar chicle al mar…!
… no vuelvo a tomar siestas, se los juro…