Por algo me dicen la “teacher”…
Una palabra muy grande para cualquiera de nosotros, porque el maestro enseña y abre caminos…
No sé si lo estoy logrando. Desconozco si alguien ha aprendido de mí o si he abierto camino a otras personas como muchas otras lo han hecho conmigo y sin darme cuenta hasta hace poco tiempo.
Hace un par de meses me encontré una foto que me recuerda quien SOY. Creo que retomando esa nueva disposición que tenemos ahora de “reconocernos” y valorarnos por lo que somos y por el propósito que tenemos en esta vida, me sentí halagada o más bien contenta de encontrarme de nuevo como SOY.
Ahora entiendo porqué nací en donde nací; porqué crecí con la familia que tengo y disfruto mucho; porqué fui a las escuelas específicamente diseñadas para mí; porqué estudié literatura española y no mercadotecnia, por ejemplo (que me encanta), porqué tuve el cuerpo que tuve y el que ahora tengo.
Le comenté a una persona… “Ay manito, si yo hubiese sabido lo que sé cuando apenas crecía… otra canción hubiera entonado” y a lo que me respondió sin miramientos: “Pues ay manita… a eso se le llama madurez y solo viene con el tiempo”…Gran verdad.
Por alguna razón que aún sigo sin entender, desde niña, todo lo que hacía e iniciaba como actividad, ya lo estaba inmediatamente compartiendo. Impaciencia era lo que tenía y sigo teniendo por comentar las cosas que me pasan durante el día. Mi pelea con los tiempos no me ha dejado vivir tranquila y serenamente. Siempre tengo prisa y eso es ahora motivo de mi descalabro económico porque mi psicóloga es cara … ahí se va el dinero, pero yo lo disfruto enormemente. Más bien lo disfrutamos, porque al final de las primeras sesiones, me dijo que ella había descubierto más de ella misma al escuchar de mis anhelos y frustraciones. La diferencia es que yo no le cobré… chinchirrin.
Bueno, me regaló unos “audios” de autohipnosis a los que les pongo mucha atención y me están funcionando para “relajarme” y tener algo de tolerancia y paciencia ante el día que siempre está lleno de sorpresas descontroladoras.
La foto que acompaña este texto habla mucho de mí y me gustó mucho. Si, ya saben que soy egocéntrica. Vuelvo y repito, no es lo mismo que ser ególatra, según me dijo mi amiguita Esther Q. , quien con esa frase cambió ciertamente mi percepción de lo que SOY.
Sí, me agrada verme porque veo a una niña llena de esperanzas, de proyectos y de buenos deseos. En ella estoy de 13 años de edad, estudiante de escuela secundaria conversando con la que era Primera Dama del Estado de Coahuila, Doña Margarita Talamás de Gutiérrez T. Ella pidió verme luego de que escuchó mi discurso de bienvenida a la escuela primaria a la que asistí. La Benecio López Padilla. Le dije que esperábamos de ella que no solo fuera el botón en la solapa del traje de su marido el Señor Gobernador (Eulalio Gutiérrez T.), sino que actuara como su otra parte en asuntos relacionados en aquel entonces con la familia y la atención a los niños. Ahora las mujeres no son las esposas, sino las propias gobernantes.
No sé porqué esa frase le gustó mucho. Aproveché entonces para decirle que nosotros éramos estudiantes privilegiados porque íbamos a la escuela bien alimentaditas, con uniformes nuevos, no prestados o heredados de alguien más, pero que había otro número de niños que no tenían estos “privilegios”. Mucho menos sus padres.
De ahí me nació la idea de decirle que teníamos que “educar” académicamente a los papás.
Ahora parece que esta teoría es la novedad: Educar a los adultos para que formen buenos niños; buenas familias. Luego mi mamá, quien se dedicó mucho a la labor comunitaria, abrió por primera vez los cursos del INEA (Instituto Nacional de Educación para Adultos)… a los que yo apoyé como tutora o maestro en un par de ocasiones…de ahí, pues, la historia se repite.
Ya acá en Chicago, tuve la inigualable experiencia de participar, como directora del Instiuto Mexicano de Cultura y Educación de Chicago en la apertura de la Primera Plaza Comunitaria gracias a la inigualable dedicación e interés genuino del entonces Cónsul General de México en Chicago, Embajador Heriberto Galindo, de quien obtuve enseñanzas muy importantes en muchos aspectos de la vida.
Junto a mi marido, increíblemente también logramos que se abriera EDUSAT (Educación vía satélite)…. ¿Saben dónde se se logró la primera emisión de EDUSAT?: En una cantina situada en la muy mexicana Calle 18… Lloviendo a torrenciales, este esposo mío se subió a la azotea y de alguna manera logró la transmisión que no se podía obtener en las instalaciones de la Secundaria Benito Juárez. Después nos enviaron un disco más grande que fue instalado con pompa y circunstancia en esa escuela.
Y yo me dediqué luego a cuidarle la bronquitis a mi “adorado tormento”.
Ya les contaré más anécdotas de este fabuloso proyecto que ahora está en varios Estados de este país.
Bueno, lo del término “teacher” quizás, después de todo, me quedó un poco.
Saludos cordiales a todos…
Hasta la vista y gracias por su lectura a mis RELATORIAS…