Creí que el Shaw’s Crab House (Shaw’s, La Casa del Cangrejo) era así como que igualita en todas partes. Quizás su menú ($60 dólares el desayunito) tiene el mismo precio en todos los establecimientos de esta cadena restaurantera. Ah!, pero la atención y el trato, pues muy diferentes.

Veamos porqué se los digo. Síganme el texto…

Todo empezó porque mejor escogí platillos de la carta porque no quise pagar tanto por un “desayuno” (“brunch” para los gringos porque ni es desayuno ni es comida… es medio tiempo). Me hubiese dado el gusto aunque luego hubiera trabajado horas extras para desquitar el gasto. El “quiche” o tortilla de huevo con espárragos, estuvo de lujo. Creo que también tenía alcachofas. El chef encargado de la mesa me dio a probar un poco y al comentar sobre esta exquisitez, pues que le habla al jefe de cocineros, al ayudante y otros meseros para que personalmente yo les felicitara. Y recordé a Bourdin (recién fallecido) quien decía que para saber si eres buen cocinero, solo necesitas probar el huevo que cocinó. No más. Y el huevo de este platillo estuvo delicioso. Algo tan simple pero tan rico. Sí. Los felicité por ello.  No quise aceptar el regalo de todo el platillo porque me pareció podía aprovecharme de la situación y pues yo aún tengo buenos modales… aunque me arrepienta luego.

Estos chicos se portaron de lo más amables. Las atenciones no se hicieron esperar y me condujeron a un elevador que daba a la planta alta de este edificio localizado en Schaumburg Illinois y ahí, pues descubrí un par de saloncitos para reuniones y banquetes muy lindos